Muerte, cada día un poco.
Dolor, poco en el cuerpo, mucho en el alma.
Me pierdo cada día, desvanezco, me separo de mi.
¡Ah!, ¡que refrescante!
Te encuentro, apareces, te unes a mi.
Paz, inundando el alma, infinita en mi espíritu.
¡Vida!, abundante y eterna.
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